VIEJA GRADA ELEVADA

CRÓNICA | El Deportivo completa su involución (0-2)

El Deportivo ha optado por, directamente, convertir su mal estado de forma en un ridículo de grandes proporciones. Poca explicación tiene una derrota como la sufrida ante el Rayo Majadahonda (0-2), un equipo que visitó Riazor como el niño que va por primera vez al parque de atracciones. No tenían nada que perder y acabaron por ganar. Y no solo eso, sino controlando a los anfitriones en todo momento. Natxo González reestrenaba el rombo en Riazor en busca de volver a convertir al estadio en el fortín que había sido antaño, pero tanto él como sus jugadores se vieron totalmente superados. Apatía primero, bloqueo y falta de ideas después. Que el Deportivo no fuera capaz de disparar a portería hasta el minuto 89 deja bien a las claras lo ocurrido.

Los primeros compases de partido sí ofrecieron a un equipo salvable, pero poco más que eso. A pesar de no ser capaz de hacer trabajar al meta Basilio, el Dépor salió lanzado hacia el área rival. La presión a la defensa madrileña provocó varias imprecisiones con el balón por parte de los de Antonio Iriondo, pero su sufrimiento acabó cambiando de bando. El Rayo comenzó a encontrarse más y más cómodo, mientras el Deportivo veía cómo sus posesiones de balón se contagiaban con la peor de las inercias. Entonces, Iriondo encontró la fórmula: balones largos. Cada uno de ellos puso en problemas a la defensa del Deportivo, que las pasó canutas para defender las arrancadas de un acertadísimo Aitor Ruibal. Y cuando no era él, era Héctor Hernández. Fuera como fuera, los majariegos terminaban recibiendo estos pases largos y convirtiéndolos en peligro.

El propio Héctor y Enzo Zidane enviaron los dos primeros avisos a Dani Giménez. No fueron los únicos: Benito Ramírez probó desde lejos y Héctor, nuevamente, cabeceó absolutamente solo un balón que terminó en las manoplas del portero del Deportivo. Ya no eran una o dos. El Deportivo estaba agarrotado. La banda derecha ocupada por Bóveda apenas generó peligro ofensivo, y los interiores del rombo tampoco. Ni siquiera Edu Expósito, que volvió tras su sanción para completar un mejorable partido. Matías Nahuel fue el único que intentó alguna jugada individual, pero ninguna de las que protagonizó durante todo el partido llegó a buen puerto. Mientras, Carlos Fernández se movía a todos los lados posibles del campo para intentar aportar algo y Quique lo intentaba con alguna carrera sin consecuencia. El Rayo Majadahonda no estaba incómodo, ni mucho menos. Había creado un plan sobre la marcha que funcionaba.

El Deportivo no tiró a puerta hasta el minuto 89

El que pagó la falta de clarividencia del Dépor en la primera parte fue Vicente Gómez, que salió del campo para dar entrada a Vítor Silva. El portugués ofreció más posibilidades con el balón, pero no sirvieron para crearle peligro al Rayo. Siete minutos después de la reanudación, el plan de los visitantes dio sus frutos. Aitor Ruibal cazó uno más de esos balones aéreos y se vio inmerso en un dos contra dos. Pudo pasarle el balón a su compañero, pero decidió terminar y el balón fue para dentro. El gol desató la crisis y convirtió la apatía del Dépor en un querer y no poder, pero el plan ofensivo del Rayo Majadahonda continuó sin tener remedio. En un contraataque, Aitor Ruibal cazó otro balón y una definición potente y colocada significó el 0-2. La dignidad del Deportivo ya había tocado fondo. También se hartó la grada. Los Riazor Blues optaron directamente por apuntar al palco (“directiva dimisión”), mientras otros pitaban y los restantes vivían contagiados por la apatía del Deportivo. Natxo decidió pasar los últimos diez minutos de partido sentado en el banquillo, dejando las indicaciones a su segundo, y los jugadores lo intentaron de la forma más vana imaginable: Matías Nahuel estrenó la estadística de tiros a puerta en el minuto 89, y Diego Caballo la dobló en el descuento con un disparo desde la frontal. Basilio no había tenido que trabajar hasta el momento, y se desempeñó bien para evitar un 1-2 que tampoco hubiera servido para nada. Todos querían que esa pesadilla acabara ya. Por suerte, lo hizo.

Dos meses sin ganar un partido (obviando el caso Reus) condenan ya al Deportivo a mirar hacia lugares que nunca pretendió. Los de Natxo González dormirán dentro de las plazas de promoción de ascenso, pero si el Cádiz ganara ante el Real Zaragoza el Deportivo se colocaría en puntuación de séptimo puesto: 54 puntos, los mismos que un Mallorca que sumó este fin de semana las tres unidades del Reus. Ahora toca visitar a Osasuna, líder de la categoría. El peor escenario posible en el peor momento posible. Será el sábado 13 a las seis de la tarde.

FICHA TÉCNICA

 

Deportivo: Dani Giménez; Eneko Bóveda (Pedro Sánchez, min. 71), Domingos Duarte, Pablo Marí, Diego Caballo; Didier Moreno, Edu Expósito (Borja Valle, min. 75), Vicente Gómez (Vítor Silva, min. 46), Matías Nahuel; Carlos Fernández y Quique González.

Rayo Majadahonda: Basilio; Isaac Carcelén, Luso, Morillas, Benito Ramírez; Óscar Valentín (Guerrero, min. 80), Fede Varela, Enzo Zidane (Galán, min. 71), Manu del Moral (Carlitos, min. 46); Aitor Ruibal y Héctor Hernández.

Goles: 0-1 (Aitor Ruibal, min. 52). 0-2 (Aitor Ruibal, min. 70).

Árbitro: Gorostegui Fernández-Ortega, del comité vasco. Mostró tarjeta amarilla a Vicente Gómez, Carlos Fernández, Didier Moreno y Vítor Silva en el Deportivo. Por parte del Rayo Majadahonda la vio Benito Ramírez.

Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 33 de La Liga 1|2|3, disputada en el Estadio ABANCA-Riazor ante 15.800 espectadores. Las jugadoras del Deportivo ABANCA fueron homenajeadas en el descanso del encuentro.

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