Cuando en Riazor se hizo la luz

El estadio de Riazor estrenará este viernes su nueva iluminación, un hito en el camino de un estadio que cumplirá en octubre 75 años. El Deportivo ha invertido en esta remodelación 1,9 millones de euros para dotar al estadio de una luz que permitirá retransmitir eventos en 4K. En esta temporada, desde la reapertura del estadio aún con las obras a medio hacer, eran 200 los focos que alumbraban. Ahora serán 352 y se reducirá la potencia de los ubicados en las cornisas de las cubiertas de Tribuna y Preferencia, cuya potencia lumínica había propiciado alguna queja entre los aficionados.

Entre los efectos más destacados que gana Riazor con la nueva iluminación figura la opción que se abre ahora para hacer juegos lumínicos. Antes el tiempo de reencendido era de alrededor de un cuarto de hora. A partir de ahora será de menos de un segundo, de manera que podrán realizarse espectaculares presentaciones jugando con la luz.

Es además un buen momento para recapitular y adentrarse en la historia de la luz en Riazor, estadio que no se dotó de iluminación artificial hasta el 8 de agosto de 1964. Fue con motivo de unos campeonatos mundiales de atletismo militar cuando se decidió dotar al estadio de ese servicio. En una época en la que no sobraban opciones de ocio ni entretenimientos, el estadio registró un lleno absoluto durante la semana que duraron las pruebas. En la tercer jornada se puso de largo la iluminación.

Luis Caparrós, periodista de La Voz de Galicia, tuvo la oportunidad de visitar el coliseo herculino durante las probaturas previas. Y en las páginas del periódico escribió sus impresiones. “El efecto es sorprendente. Después de atravesar casi a tientas los terrenos del campo de entrenamiento, la súbita iluminación del campo es un efecto sorprendente y realmente maravilloso. Parecía como si inesperadamente se hubiera hecho mediodía y el sol alumbrara el campo con su mejor plenitud. (…) La luz eléctrica es algo así como una película en technicolor. La hierba es más verde, los blancos más limpios y todo adquiere un relieve singular de gran fuerza cromática. La iluminación revaloriza nuestro flamante estadio”, concluía.

Riazor estrenó en 1964 una potencia lumínica de 190 lux. Ahora llegará a los 2793 lux

El entramado que se instaló constaba de cuatro torres metálicas que albergaban 104 proyectores. Un plan de emergencia contemplaba el desalojo del estadio en caso de fallo total de la corriente eléctrica. No era una cuestión menor esa previsión porque la potencia que se conseguía llegaba en el sector central del campo del fútbol a los 190 lux. Otro reto a superar consistía en alumbrar de manera más o menos uniforme las pistas de ceniza que rodeaban al verde. En aquellos campeonatos hubo quien apuntó que la prueba de lanzamiento de martillo no se podía seguir del todo bien. Desde mañana Riazor tendrá una iluminancia media que oscilará entre los 2639 y los 2793 lux, según informa el Deportivo. Hasta el año pasado Riazor estaba en los 1050 lux, insuficiente para los cánones ideales de las actuales retransmisiones televisivas.