VIEJA GRADA ELEVADA

Un novedoso laboratorio de biomecánica ofrece en A Coruña mediciones exactas sobre lesiones o el movimiento del cuerpo humano cuando trabaja

A Coruña dispone desde hace unas pocas semanas un novedoso laboratorio de biomecánica, una innovadora herramienta que ofrece información precisa sobre el movimiento del cuerpo humano, la fuerza y su contracción muscular.

Las mediciones aportan informacion exacta para diagnosticar lesiones, conocer su evolución y el grado de limitación que propician. La Clínica Optimme-IBC (Instituto de Biomecánica Clínica), en pleno centro de la ciudad, ofrece este servicio a través de un equipo multidisciplinar compuesto por médicos readaptadores físicos, fisioterapeutas, técnicos de riesgos o ingenieros informáticos. Todos ellos contribuyen a la aplicación de una tecnología que llega a Galicia tras una alianza con un grupo de investigación puntero, el Instituto de Biomecánica Clínica dirigido por el doctor José Luis Parreño, docente e investigador en Ergonomía y Biomecánica por la Universidad Politécnica de Cataluña, uno de los expertos mundiales más cualificados en la materia que se ha puesto al frente del equipo de profesionales que ahora trabaja en A Coruña. “Es una revolución en el ámbito clínico y empresarial”, advierte Pablo Vilar, uno de los coordinadores técnicos de la iniciativa junto a la readaptadora física Alba Cons.

Muchas enfermedades y dolencias pueden evaluarse desde un punto de vista anatómico, pero en bastantes casos es necesaria una valoración dinámica exacta durante el movimiento articular para definir cómo trabajan los músculos. Ahí entra el análisis biomecánico que también es valioso en aquellos casos en los que, una vez finalizado un proceso patológico, deben delimitarse de manera objetiva las limitaciones funcionales de una persona.

¿Para que sirve un Laboratorio de Biomecánica?

Acabar con la subjetividad. En primer lugar y ante todo para identificar dolencias y lesiones. Las pruebas biomecánicas miden y registran la capacidad funcional de cada paciente en movimiento y ayudan a obtener una evaluación clara de las pataologías para poder tratarlas de la manera más efectiva, por ejemplo tras un accidente.

Cambiar a mejor la vida de empresas y trabajadores. Sirve también para revolucionar la vida laboral porque mejora los puestos de trabajo. Y es además una herramienta objetiva para realizar una valoración de secuelas de forma objetiva y ofrecer información exacta para conocer el estado de paciente que están de baja laboral. “Se puede definir si un paciente está recuperado y en que grado. Sin valoraciones subjetivas”, explica Pablo Vilar, gerente de la Clínica Optimme. Es particularmente útil para pacientes, mutuas, aseguradoras o para que abogados o jueces realicen informes avalados por un contenido científico e independiente porque se mide, evalúa y valora la incapacidad laboral derivada de procesos de dolor musculoesquelético.

El laboratorio biomecánico es especialmente útil para reducir el absentismo laboral, pero además aporta valiosa información para que empresas y trabajadores puedan mejorar y entender como es su puesto de trabajo desde un punto de vista ergonómico. Ahora es posible adelantarse al daño y definir ejercicios o soluciones para evitar molestias o dolores en los puestos de trabajo.

“Obtenemos datos objetivos y se los trasladamos a las empresas que así pueden adaptar los puestos de trabajo a las personas que, por ejemplo, se pasan horas ante un ordenador. Hacemos una valoracion precisa y real en el momento que están trabajando. El cuerpo nos habla y podemos conocer que le pasa al realizar una tarea, su capacidad de movimiento, fuerza o contracción muscular en un puesto de trabajo u otro”, incide Alba Cons.

El Instituto de Biomecánica Clínica ya trabaja con empresas como Seat para potenciar la salud, el bienestar y la eficacia de sus trabajadores. A partir de una evaluación de los factores de riesgo, bastantes trastornos músculo-esqueléticos por microtraumatismos repetitivos pueden prevenirse mediante intervenciones ergonómicas que modifiquen el trabajo y los lugares en los que se realiza.

¿Cómo funciona el Laboratorio de Biomecánica?

El correcto uso de la tecnología sirve para medir no solo la movilidad sino también fuerza, resistencia o fatiga. A través de hasta 18 cámaras de infrarrojos, software y rigor científico se colocan electrodos, plantillas, dinamómetros o células de carga que ofrecen información exacta de cómo se contraen músculos, como se mueven, como es la pisada y la manera en que se camina y con cuanta fuerza se hace. “Capturamos el movimiento de una persona, aceleración, velocidad…”, explica Alba Cons.

¿Qué procesos analiza?

Todos en los que se pueda medir la carga física, el esfuerzo que genera el dolor o el sufrimiento del cuerpo humano. Particularmente cervicalgias, dorsalgias o fibromialgia, patologías de rodilla u hombro, vértigos o inestabilidades, valoración de la fuerza muscular y la movilidad articular, accidentes o cargas repetitivas.

¿Dónde está el Laboratorio de Biomecánica?

Clínica Optimme-IBC

Calle Betanzos, 2 – 1ºD. A Coruña

 

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