No hizo bueno su triunfo en Melilla el Leyma Basquet Coruña. Cayó (73-80) en el Palacio ante el Covirán Granada, una de la revelaciones del campeonato que se alza hasta la cuarta posición y cercena las ilusiones del equipo de Gustavo Aranzana de llegar a los play-off. Bastante tendrá el cuadro naranja con llegar a buen puerto en una campaña plena de complicaciones.
El histórico Granada sentenció en el inicio del último cuarto del partido con un parcial 2-13 que le disparó en un duelo que había sido igualado hasta entonces y con frecuentes ventajas coruñesas. Las hostilidades empezaron bien pronto desde la línea de tres, con Bulic, Pino y Ogbueze atinados en los tres primeros intentos y Uchendu intimidador bajo tableros. Para entonces ya se echaba de menos a Monaghan, que sigue prisionero de la irregularidad y firmó una mala actuación, sin anotación. Todo un hándicap para el Basquet Coruña, que tanto necesita del talento de su base y sobre todo, y esto ya es una cuestión colectiva, de fajarse en los rebotes.
El partido fue por momentos un intercambio de bombardeos. El último de la primera parte, firmado por Carlos de Cobos le dio una leve ventaja a Granada al descanso (37-38). La reanudación siguió bajo similares pautas, pero los visitantes se ajustaron más en defensa. Se juntaron atrás para paliar las ausencias de piezas como Bortolussi, Martín, Josep Pérez o Sergio Olmos, el pivot que jugó en el Basquet Coruña hasta la pasada campaña.
Xavier mantuvo vivo a los coruñeses en los peores momentos del tercer cuarto, pero el que no dejó de tirar del carro fue Bulic. El final del tercer cuarto fue un aviso para los locales, un parcial de 2-8 les dejó atrás en el marcador. Al regreso llegó la puntilla. Del 56-58 se pasó a un 58-71 que marcó el inicio de una contrarreloj. Quiso devolver el parcial el Basquet Coruña y un triple de Pablo Ferreiro dejó el marcador en un 73-76 esperanzador a medio minuto para que sonase la bocina final. Pero Granada se mantuvo firme.
Gustavo Aranzana: “El rebote nos está matando”
“El rebote nos está matando. Es un tema de colocación y ponerse. Hay dos momentos en los que lo dominaron y nos castigaron. 36 puntos en la pintura contra 16 e hicimos malos porcentajes en tiros de dos. Dimos segundas opciones de tiro. Nos faltó continuidad, tuvimos muchos picos en el juego”.
“En el segundo tiempo metimos a Jeff Xavier, que llevaba nueve días sin entrenar y al final le faltó oxígeno. Monaghan no tuvo su día, se perdió en guerras de árbitros, y tuvimos problemas en la lectura del juego ante un equipo con muchas variantes tácticas”.
“Granada juega de memoria. Se conocen, llevan jugando mucho tiempo, tienen una gran equilibrio y muchos automatismos. Un gran juego interior, cargan muy buen el rebote. Están finos y en buena dinámica”.
“Al final nos metimos en el partido. El equipo ha reaccionado y no bajó los brazos, pero perdimos la pelea en el rebote y no controlamos el ritmo del juego. Estoy frustrado porque veníamos de un buen partido en Melilla y queríamos ganar ante nuestro público”.
