El parón derivado del tema Reus no puede llegar en mejor momento. En el tema anímico y en el físico. La enfermería del Deportivo no está tan poblada como hace un mes, pero todavía tiene inquilinos que recuperar: Michael Krohn-Dehli y Carlos Fernández, a la espera de lo que ocurra con los problemas en el aductor de Matías Nahuel. Sin embargo, el que no pasará más por ella hasta nuevo aviso será el fichaje más reciente del equipo coruñés: Vítor Silva. El luso ha comenzado a entrenar con el grupo con total normalidad tras la sobrecarga sufrida después de sus primeros entrenamientos en Abegondo. Las molestias, por lo tanto, son pasado. El presente del Deportivo pasa por recuperar a Silva para el fútbol, y que así salgan beneficiados tanto jugador como club.
Con el luso, sin embargo, se han juntado dos casos que convierten su readaptación en un reto: el primero es esta salida de lesión, aunque breve, pero la inactividad total que ha sufrido desde verano fruto de no haber podido formalizar su ficha con el Reus es el problema más grave a afrontar por Natxo González y el resto de los responsables de la condición física de los jugadores.
El último partido oficial de Vítor Silva data del 2 de junio de 2018. Concretamente, un Alcorcón-Reus de hace nueve meses y medio. Estas dos semanas de parón subirán la cuenta a los casi diez, una vez se celebre el partido ante el Almería. Una cifra cuanto menos considerable, sobre todo tratándose de un jugador de avanzada edad y problemas habituales con las lesiones, aún en plenitud. La apuesta es arriesgada, pero el Deportivo necesita aire fresco y Vítor se lo puede dar. De todas maneras, el final de temporada se acerca cada vez más. Son 12 las jornadas restantes sin contar la del próximo fin de semana, por lo que el camino para readaptar a Vítor Silva debe recorrerse sin prisa pero sin pausa. Ahora mismo la fecha marcada en rojo por todos es el viernes 22 de marzo, día en el que el Dépor volverá a la competición. Veremos si también lo hace el luso.
Carlos pisa césped, Krohn-Dehli avanza en su recuperación y Nahuel espera sus pruebas
El otro “regreso” tiene como protagonista a Carlos Fernández, aunque todavía no alcanza el nivel de Silva. El atacante continúa recuperándose de una tercera recaída de la rotura de fibras en el bíceps femoral izquierdo, pero pisó césped por primera vez tras la nueva dolencia. Lo hizo acompañado de Adolfo Mateo, fisioterapeuta del primer equipo. Su participación frente al Almería, desafortunadamente para el Deportivo, está descartada. Carlos no viste la camiseta blanquiazul desde el 27 de enero y la falta de efectividad del equipo ansía su retorno definitivo.
Michael Krohn-Dehli es el jugador lesionado que más plazos debe superar para regresar a los planes de Natxo González. Sin ir más lejos, su larga dolencia fue uno de los motivos por los cuales se incorporó a Vítor Silva. El centrocampista danés causa baja desde principios de febrero por culpa de una entesopatía en el tendón de Aquiles izquierdo, causado tras el choque frente al Tenerife en Riazor, y su vuelta a los campos de entrenamiento de Abegondo todavía es una incógnita. De todas formas, el plazo inicial de dos meses pronosticado por los servicios médicos ya supera el ecuador. Según ellos, Krohn-Dehli se encuentra en una “etapa inicial de tratamiento médico y fisioterapia”.
La dolencia más reciente es la de Matías Nahuel, que abandonó el encuentro ante Las Palmas en la segunda mitad debido a unas molestias en el aductor de su pierna derecha. Las pruebas médicas para dictaminar la seriedad de su lesión se realizarán a lo largo de la semana.